La asociación 'Stop Macrogranja Llucmajor' ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 11 de Palma que investigue por encubrimiento y estafa a las empresas que emitieron certificados de bienestar animal 'Welfair' a la granja avícola denunciada en Llucmajor. La petición llega tras descubrirse que estos certificados se otorgaron apenas una semana antes de que la Conselleria de Agricultura cerrara una nave por deficiencias graves.
Las imágenes publicadas mostraron animales conviviendo entre suciedad, ratas y cadáveres, lo que llevó al cierre inmediato de las instalaciones. La plataforma vecinal señala que las empresas certificadoras también podrían estar incurriendo en delitos de estafa hacia los consumidores de Baleares, que pagan más por estos huevos al tener el sello de calidad.
Certificación una semana antes del escándalo
La plataforma vecinal 'Stop Macrogranja Llucmajor, sense olors ni mosques' ha presentado un escrito ante el juzgado que ya había abierto diligencias por presuntos delitos de maltrato animal y medioambiental. Las investigaciones se iniciaron tras las imágenes publicadas por ARDE y Satya Animal que mostraron las deplorables condiciones de la granja.
Los denunciantes solicitan que la empresa certificadora del sello de bienestar animal aporte toda la documentación de las auditorías realizadas desde que obtuvieron el certificado. La última auditoría de la empresa certificadora privada se realizó el 20 de mayo, tan solo una semana antes de que las imágenes salieran a la luz.
Multas por 200.100 euros tras la inspección
Tras personarse en la granja, la Conselleria de Agricultura impuso siete multas graves cuantificadas en 200.100 euros y ordenó el cierre de una de las naves. El escrito describe la incoherencia entre la actuación de la certificadora y la posterior intervención de la Conselleria.
La asociación apunta que los auditores privados "podrían haber estado actuando en complicidad con Avícola Son Perot respecto al presunto maltrato animal al no trasladar a las autoridades los hechos de sanidad animal y bioseguridad que hubieran podido observar". Los responsables de la certificación 'Welfair' también "podrían estar incurriendo en un presunto delito de estafa al añadir su sello a los envases de los huevos camperos y de suelo".
Consumidores dispuestos a pagar más por bienestar animal
Según la plataforma, el bienestar animal es un aspecto de gran importancia para el consumidor español. Un 91 por ciento opina que es importante proteger el bienestar de los animales de granja, y un 50 por ciento está dispuesto a pagar más por un producto con mayor bienestar animal.
El sello privado se basa en la observación directa del animal y evalúa la buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado, así como el estricto cumplimiento de la legislación. Sin embargo, la granja de Llucmajor acumula varios expedientes sancionadores por no cumplir con la normativa.
Historial de sanciones desde 2023
En 2023, la granja recibió una multa de 150.000 euros por no disponer de autorización ambiental integrada y tener un estercolero al aire libre. En 2024, la Conselleria de Agricultura suspendió la cría de gallinas camperas.
En 2025, llegó la multa de 200.100 euros por la presencia de cadáveres en descomposición y ratas, entre otros hallazgos. "El consumidor adquiere y consume estos productos confiando en la certificación en bienestar animal, al entender que los animales han sido tratados y criados en unas condiciones superiores de bienestar animal", han argumentado los denunciantes.
A juicio de la plataforma, el hecho de que los huevos de la explotación investigada dispongan de certificación en bienestar animal 'Welfair' podría estar influyendo en que el comprador pague más por un producto que, según las investigaciones, no dispone de un mejor bienestar animal que el estándar de la industria. "AENOR e IRTA han podido obtener un lucro significativo" de esta situación, concluyen.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.